Durante más de una década Julia Roberts ha sido considerada «la novia de América» y sólo ella ostentaba ese título que tantas alegrías le ha dado. Tengo que reconocer que me encanta como actriz y que tiene películas que me enamoran como Erin Brockovich, La boda de mi mejor amigo, ¡¡¡ y qué decir de Pretty Woman ¡!! Julia Roberts es de esas mujeres que tienen algo especial en la mirada, en la sonrisa, en la forma de moverse, de trabajar… Hoy escribo de ella porque, dicen las malas lenguas, que está un poco molesta con su compañera de profesión y colega Scarlett Johansson. Joven, rubia, sensible y también muy trabajadora, está ocupando muchos lugares en Hollywood y de aquí a final de año tiene previsto estrenar, al menos, otras tres películas, que sumadas a las dos que ya están en cartel son cinco trabajos cinematográficos, varios de ellos son apuestas importantes para los productores americanos. Muchos la están empezando a considerar, también, «la novia de América».
Y, quizás, lo que nunca está previsto es lo que va y triunfa. En este caso me refiero a lo que ha ocurrido con el último trabajo que hemos tenido la oportunidad de ver en España, Scoop, de Woody Allen. Escribí la crítica de esta película hace dos semanas y tengo que reconocer que he recibido comentarios muy interesantes al respecto. Respecto al papel de Johansson, pues la verdad, hacer de periodista novata que sigue indicaciones del alma de otro periodista muerto, pues, qué les voy a decir… Ahora, si nos quedamos con el conjunto total, la película es muy agradecida: divertida, fotografía muy cuidada. Brillante y genial, Scoop es un capricho que Woody Allen se ha permitido como escritor y como director de cine. Y eso lo aplaudo, no es fácil que a uno le vaya bien en la vida, que crea en su proyecto, y que además, triunfe. Les digo esto porque parece ser que Scoop no entusiasma a los críticos pero sí entusiasma al público, por eso su éxito. Les sigo animando a que vayan a verla y luego, me cuentan.