Les deseo ¡Felices Fiestas!, ¡Feliz Navidad!, ¡Feliz año nuevo y próspero 2006! ¡Feliz Poesía! Y para todo ello que mejor que hacerlo con uno de los grandes poetas de la Historia, Don Federico García Lorca. De su libro Sonetos del amor oscuro, Poemas de amor y erotismo e inéditos de madurez (Ed. Áltera) un fragmento de su poema en prosa NADADORA SUMERGIDA, Pequeño homenaje a un cronista de salones:
» Yo he amado a dos mujeres que no me querían, y sin embargo no quise degollar a mi perro favorito. ¿No os parece, condesa, mi actitud una de las más puras que se me pueden adoptar? Ahora sé lo que es despedirse para siempre. El abrazo diario tiene brisa de molusco. Este último abrazo de mi amor fue tan perfecto, que la gente cerró los balcones con sigilo. No me haga usted hablar, condesa. Yo estoy enamorado de una mujer que tiene medio cuerpo en la nieve del norte. Una mujer amiga de los perros y fundamentalmente enemiga mía. Nunca pude besarla a gusto. Se apagaba la luz, o ella se disolvía en el frasco de whisky. Yo entonces no era aficionado a la ginebra inglesa. Imagine usted, amiga mía, la calidad de mi dolor.
Una noche, el demonio puso horribles mis zapatos. Eran las tres de la madrugada. Yo tenía un bisturí atravesado en mi garganta y ella un largo pañuelo de seda. Miento. Era la cola de un caballo. La cola del invisible caballo que me había de arrastrar. Condesa: hace usted bien en apretarme la mano.
Empezamos a discutir. Yo me hice un arañazo en la frente y ella con gran destreza partió el cristal de su mejilla. Entonces nos abrazamos.
Ya sabe usted lo demás.
La orquesta lejana luchaba de manera dramática con las hormigas volantes.
Madame Barthoy hacía irresistible la noche con sus enfermos diamantes del Cairo, y el traje violeta de Olga Montcha acusaba, cada minuto más palpable, su amor por el muerto zar. (…)»