Pasar las vacaciones en el mar es algo especial para todos los que lo amamos. Amo su color, su olor, su sonido…es una composición de colores y de formas excepcional. Como cada verano viajar y conocer algo nuevo es cargar pilas para iniciar la nueva temporada tras un breve descanso. Empezamos temporada como cada año, un compromiso adquirido de por vida para continuar, para empezar algún nuevo proyecto o dar por finalizadas algunas cuestiones.
Estos días, en Ibiza, algunos momentos de agosto fueron distintos, no asistí a ningún rodaje de película pero esta vez sí pude escribir junto al mar, pasear por la arena, volver a leer el Altazor de Vicente Huidobro que tanto me apasiona. Reencuentros. Ver el comienzo de los Juegos Olímpicos de Pekín, una medalla de oro de campeón: Rafa Nadal, un rato para las risas con uno de los estrenos de cine cómicos para el verano: Super agente 86 y decidir qué espectáculos disfrutaremos en las Ferias de Alcalá de este agosto 2008. Con la llegada de las ferias empezamos a sentir que el verano se acerca a su fin y que ser abanderados del optimismo, la fuerza y la constancia es necesario para hacer de la vida algo posible.
Encontré en Altazor una metáfora de la vida estupenda gracias a la posibilidad de construir todo. Cada uno de nosotros elegimos el trabajo, la persona a la que amamos, la investigación que hacemos…todo es una elección en la que estamos involucrados por nuestro deseo en ello. Tomar decisiones nos compromete con unas cosas o con otras, de una manera o de otra. Aprender a relativizar y ser tolerantes es más eficaz y eficiente para el trabajo y para la vida. Con ello ganamos todos. Saber los infinitivos que podemos conjugar para tener más verbos y más palabras.
Sigo con la mirada anclada en el mar.
Pienso también en la nueva guerra de los rusos, en la pequeña bajada del precio del petróleo y en la estupenda argumentación del señor Tamames sobre la crisis económica (deberían volver a pasarla por televisión. Fue un acierto).