Hace unos días me regalaron el libro de Marta Romo titulado «La mujer líder» (Ed. Planeta empresa). Al principio pensé que sería un libro más de esos llamados de «autoayuda» que aseguran el éxito nada más leer el ejemplar. La verdad es que el libro tiene algo que llama la atención desde que cae en las manos, una presentación sencilla con la silueta de una mujer y un epígrafe a la derecha: El talento femenino en la empresa, y otro a la izquierda:
Una nueva forma de gestión empresarial. No puedo resistirlo y esa misma tarde comienzo la lectura. Trabajar en el ámbito social, ser compañera y ser jefa te obliga a gestionar tanto el trabajo como la empresa desde una óptica y una mirada diferente. Lo primero que me atrae es que la autora quiere que ser respete la diferencia de los sexos, de tal forma que tanto el machismo como el feminismo quedan descartados desde el comienzo. Hoy quiero mencionar la primera parte del libro que he leído un par de veces con los ojos bien abiertos y los cinco sentidos puestos en cada línea. Habla del día a día y desde luego, como mujer y como trabajadora obtengo en estas páginas la realidad cotidiana. Desde luego que, desde este oficio que ejercemos tantas mujeres, donde nuestro horario laboral, es continuo y donde la actualidad marca nuestro tiempo de reloj, nos podemos sentir identificadas en la responsabilidad laboral y en liderar equipos como una parte más, y posible, en cada trayectoria profesional.
Que Marta Romo trabaje en profundidad la parte emocional de los sujetos no es nada baladí, sabemos por diferentes estudios, tanto nacionales como internacionales que la parte psíquica del sujeto puede aumentar o reducir su productividad y por tanto la de la empresa, dependiendo de su salud psíquica. Es por eso también que ahora en las empresas tengan tan en cuenta la formación de sus trabajadores y la salud laboral. Quizás la cercanía y lo posible sea lo que haga de este libro un manual estupendo para aprender, para regalar a tus jefas, a tus compañeras o a tus amigas. Merece la pena por su amplitud de mirada. ¡Atrévete!