Una de las maravillosas cosas que aporta viajar es descubrir nuevas experiencias y lugares que se abren ante nuestros ojos como ese secreto jamás imaginado. Está en Cartagena, Murcia, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática que merece la pena ser visitado, además de por su originalidad, por todos sus elementos históricos que acercan al visitante de una forma educativa y sencilla. Es muy bonito y desde su primera apertura en 1970 a su estado actual, un edificio diseñado por el Premio Nacional de Arquitectura Guillermo Vázquez Consuegra, que fue inaugurado en 2007 y que abrió sus puertas en 2008, han conservado restos de la época Fenicia, como el pecio Mazarrón I (siglo VII a. C.) y que es un ejemplo único en el Mediterráneo de las técnicas de construcción naval de la época fenicia. Hay varias muestras a tamaño natural del interior de las bodegas de los barcos de aquellas épocas y las reconstrucciones llaman la atención de todos los visitantes del museo, un lugar que está lleno de luz y donde es fácil entender las costumbres de aquella época de la historia. Hay maquetas de los puertos mercantiles donde se realizaban las compras y las ventas, por ejemplo de la seda, y, además, de utensilios de la época como cucharas, tenedores o ánforas podemos disfrutar del cargamento de monedas de la fragata “Nuestra Señora de las Mercedes”, hundida en 1804 y recuperada en 2012 por España (ya que se encontraban en Estados Unidos); junto a más de seiscientas mil monedas se recuperaron también objetos destinados a la navegación. También en el año 2008 el arquitecto Rafael Moneo terminó la reconstrucción del Teatro Romano de Cartagena, un espacio abierto al público que conserva la plenitud de toda su belleza.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Escritora y Periodista
www.monicalopezbordon.com
@MonicaLBordon
*Artículo publicado en el número 2.417 del semanario Puerta de Madrid. Sábado 9 de abril de 2016. Alcalá de Henares.
