La poeta Alfonsina Storni perteneció a una generación denominada “la nueva generación literaria” de habla hispana y que estaba compuesta por escritores que no sobrepasaban los treinta años de edad. Nació en Suiza pero su procedencia era Argentina, ciudad a la que volvió cuando era muy pequeña. Desde sus inicios poéticos dejó claro su defensa de la libertad como seña de identidad de su forma de ser, de su escritura y de su vida. Se dedicó a la poesía desde su adolescencia y pudo completar su carrera literaria junto a sus diferentes trabajos, que siempre le dejaban tiempo para colaborar con distintas revistas y publicaciones de poesía, como la revista “Nosotros” o “Mundo argentino” donde también publicaban Gabriela Mistral, Rubén Darío o Amado Nervo.
Clara Sánchez escribió un prólogo muy completo para una antología de Alfonsina Storni que recoge lo mejor de sus distintos libros y que nos permite conocer muy de cerca el mundo amoroso y romántico de la escritora y, por otro, sus distintas reflexiones sobre la vida, la muerte, la pasión y todas las cuestiones más etéreas del mundo. Clara Sánchez titula su prólogo como “El fondo de la vida”, primer verso del poema de Storni titulado “Este libro” y que es el comienzo de su libro titulado “Irremediablemente”.
Escribe la poeta: “Me vienen estas cosas del fondo de la vida: acumulado estaba, yo me vuelvo reflejo…” en esas cosas y en ese reflejo describió Alfonsina su vida, una vida llena de intensidad y de pasión en la que escribió sus momentos humildes, amorosos, pasionales, amargos, selváticos, tempestuosos, líricos e íntimos. Escribe: “Yo no estoy y estoy siempre en mis versos, viajero, pero puedes hallarme si por el libro avanzas dejando en los umbrales tus fieles y balanzas: requieren mis jardines piedad de jardinero”.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Escritora y Periodista
www.monicalopezbordon.com
@MonicaLBordon
*Artículo publicado en el número 2.416 del semanario Puerta de Madrid. Sábado 2 de abril de 2016. Alcalá de Henares.