El martes 25 de Noviembre de 2014 Vitalia impartió una charla en la Asociación de Mujeres de Alcalá sobre el Ictus, la tercera causa de mortalidad entre la población española y la primera causa de mortalidad en las mujeres.
Dieron la charla Rebeca García Espartosa, Directora y Terapeuta Ocupacional de Vitalia Alcalá de Henares y Amanda Hidalgo, Fisioterapeuta y Terapeuta Ocupacional de Vitalia Alcalá de Henares. Ambas abordaron distintos enfoques, desde la prevención hasta el tratamiento rehabilitador y el seguimiento domiciliario.
Apuntaron que los ictus se producen cuando en el territorio cerebral hay problemas con la circulación sanguínea. Entre los principales factores de riesgo cabe destacar la hipertensión arterial, el sexo (es más frecuente en mujeres), la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco, el sedentarismo, los antecedentes familiares y la diabetes. Puede tener causas isquémicas (falta de riego sanguíneo) o hemorrágicas. Es necesario analizar las diferentes secuelas que puede padecer un paciente tras sufrir un Ictus, ya que podemos encontrar problemas físicos, psicológicos y afectación de la esfera cognitiva. La detección precoz de los síntomas nos puede ayudar a disminuir las secuelas del paciente así como un inicio inmediato de la rehabilitación, ya que durante los 6-9 primeros meses tras sufrir un ictus es cuando más probabilidad de recuperación hay. Pasado ese tiempo, el proceso rehabilitador debe continuar para afianzar lo conseguido y para seguir mejorando los diferentes déficits, si bien es cierto, que a partir de ese momento los progresos serán más lentos.
Para la terapeuta ocupacional Rebeca García “la valoración inicial es fundamental para personalizar el tratamiento lo máximo posible y hacer más efectivas las acciones a llevar a cabo en el proceso de rehabilitación. Cada paciente tiene diferentes necesidades de rehabilitación porque progresa de manera distinta. Las consecuencias y grado de afectación de cada ictus son diferentes en cada individuo, aunque siguen patrones comunes”.
En la rehabilitación de un ictus es clave la coordinación entre la terapia ocupacional y la fisioterapia, apuntó la fisioterapeuta Amanda Hidalgo, así la fisioterapia se encarga de los problemas físicos derivados entre los que están: alteración del tono muscular, alteración de la sensibilidad, alteración del equilibrio y la marcha y alteración del patrón motor.
La terapia ocupacional participa en el proceso de rehabilitación motora y cognitiva del paciente de Ictus mejorando la independencia en las AVD´s y facilitando la recuperación de áreas como la orientación, cálculo, memoria, rehabilitación de praxias, gnosias… mediante estimulación cognitiva, talleres de memoria, etc. Las limitaciones que se padecen tras sufrir un Ictus, dificultan la independencia en las Actividades de la Vida Diaria (AVD´s) provocando la aparición de una mayor dependencia que afecta tanto al paciente como a los familiares. Y es fundamental para el éxito del programa rehabilitador que ambos, tanto paciente como familia tengan una alta implicación y participen activamente en el proceso de rehabilitación.
Cuando se produce un Ictus, es muy importante que la persona reciba estimulación desde una fase muy temprana y que esta estimulación se lleve a cabo por un equipo multidisciplinar que enfoque todas las áreas. La fisioterapia en estos casos tiene como objetivo principal mejorar la independencia funcional de la persona, recuperando hasta donde sea posible la movilidad perdida y reeducando a los pacientes en su nueva situación funcional.
Desde la terapia ocupacional se plantean objetivos como la potenciación de la autonomía del paciente para facilitar su independencia lo máximo posible y el mantenimiento y/o recuperación de la esfera cognitiva. Con todo ello queremos conseguir el mantenimiento del paciente en su domicilio y la recuperación físico-funcional.
Al finalizar la charla, y como consejo general a todas las asistentes, se les recomendó llevar un control de los factores de riesgo que se deben tener en cuenta haciéndose controles periódicos de las cifras de tensión arterial, evitando el consumo de tabaco y alcohol y llevando una dieta sana y realizando ejercicio físico de manera moderada.