Sin lugar a dudas el museo del Prado ha organizado una de las mejores exposiciones de esta temporada, de una belleza suprema y llena de exquisitez. “El Bosco” es una cuidada selección de cincuenta y tres obras, las más importantes y claves de la trayectoria de un gran pintor que rompió con todos los estilos de la época y se atrevió a innovar con el pincel, el dibujo, las formas… una manera de contar su realidad tan original que no dejó a nadie indiferente, ni si quiera tantos siglos después de su muerte. Sus invenciones iconográficas ya enamoraron a los coleccionistas de arte del siglo XVI, uno de sus sellos es el dibujo del “hombre-árbol”, lo podemos apreciar con una finura extrema en dibujos en blanco y negro y lleno de colorido en algunos cuadros. Le precedieron grandes pintores como Jan Van Eyck, pero El Bosco, desde sus comienzos prefirió romper con todos ellos tanto en la técnica como en el dibujo.
Los trípticos llenan las diferentes salas de la muestra, son todos ellos maravillosos, llenos de luz, de color, en especial el “Tríptico de las tentaciones de San Antonio Abad”, “El Tríptico del carro de heno”, y por supuesto el grandioso “Jardín de las Delicias”, todos ellos considerados obras maestras del pintor. Me llamó la atención el cuadro “El concierto en el huevo” y la precisión de “La Mesa de los Pecados Capitales”. El Bosco fue un pintor que revolucionó la pintura, que se adelantó a su época y que siempre contó con la admiración hacia su trabajo gracias a la originalidad de su estilo.
Quedan muy pocos días para ver la exposición y ya están casi todas las entradas vendidas pero, si tienen oportunidad de poder ir, no se la pierdan es un verdadero disfrute para los sentidos.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Escritora y Periodista
@MonicaLBordon
www.monicalopezbordon.com
*Artículo publicado en el número 2.438 del semanario Puerta de Madrid. Sábado 24 de septiembre de 2016. Alcalá de Henares.