La genialidad de Alice Munro

Alice Munro, Premio Nobel 2013, Mónica López Bordón, Vivir para contarla, Gabriel García Márquez, Puerta de Madrid, Alcalá de Henares

La canadiense Alice Munro acaba de ser galardonada con el Premio Nobel de Literatura 2013 por los cuentos a los que les ha dado vida desde que comenzó a escribir en los años setenta y a publicar en la emisora de radio nacional de su país. Ella es una contadora de cuentos, de historias. Nunca quiso escribir ni dedicarse a otro género literario. Desde sus inicios contó con el apoyo de la crítica y cada libro que publicaba era un éxito; ha escrito de la gente común, del día a día de cualquier persona, con la que nos podríamos identificar en sus personajes. Ha descrito y escrito con detalle el mundo de la mujer y de su forma de relacionarse gracias a su gran capacidad de observación. Delicada, sensible, cercana y sencilla supo desde el principio ganarse el apoyo más importante: el de los lectores.

Siempre ha vivido entre libros, se casó muy joven con un librero y regentó la librería desde ese momento, también vivió para los libros y, en especial, para el relato corto al que le ha dedicado una larga y exitosa trayectoria. Entre sus libro publicados están “Amistad de juventud, “Secreto a voces”, “Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio”,Escapada”,La vista desde Castle Rock”, “Demasiada felicidad” y este año 2013 “Mi vida querida”.

Escribe Munro:Al mediodía, en el centro, olía a algo así como a azúcar quemado, creo que tenía que ver con los cables eléctricos de los tranvías. Caminaba ante almacenes, descampados invadidos por la maleza en los que no había ni un alma a la vista. O cruzaba Kitsilano, con sus altas casas de madera donde la gente vivía apretujada y con estrecheces, como nosotros, hasta llegar al ordenado distrito de Dunbar, con sus bungalós de estuco y sus árboles desmochados. Caminaba por Kerrisdale, donde aparecían los árboles de más clase, abedules que se elevaban sobre el césped. Vigas de estilo Tudor, simetría georgiana, fantasías a lo Blancanieves con imitaciones de techos de paja. O quizás auténticos techos de paja, ¿quién podía saberlo?”…

Mónica López Bordón
Escritora y Periodista
www.monicalopezbordon.com
@MonicaLBordon

*Artículo publicado en el número 2.302 del semanario Puerta de Madrid. Alcalá de Henares. 26 de octubre de 2013

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