Visitar la ciudad de Cuenca es siempre una delicia, en otoño tiene unos colores realmente especiales y su serranía es otra de las preciosidades de la naturaleza.
En esta ocasión, además de volver a disfrutar de las Casas Colgadas, disfruté y paseé por la Ciudad Encanta, un enclave de interés turístico y de imaginación en toda regla. Merece la pena conocer los estupendos sitios de España, este es uno de ellos. Por si vas en algún momento, esta es la información que te encontrarás en restaurantes, hoteles, oficinas de turismo, etc. Es una información totalmente veraz cuando llegues a esta ciudad tan especial situada a 36 kilómetros de Cuenca: El río Júcar a su paso entre Uña y Villalba de la Sierra, forma un gigantesco e impresionante cañón. Es aquí, a casi 1.500 metros de altitud, donde la naturaleza se ha permitido uno de esos caprichos que llenan siempre de pasmo al viajero: La Ciudad Encantada, declarada sitio Natural de Interés Nacional.
Estos fenómenos geológicos, mundialmente conocidos, son formaciones rocosas literalmente esculpidas por la acción del agua, el viento y el hielo, que al erosionar durante siglos las rocas, ha conseguido modelar figuras humanas, objetos, animales, con una precisión difícil de entender, hasta conseguir una ciudad delirante, una ciudad que parece dormida de algún hechizo misterioso.
Caminando por la Ciudad Encantada se crea la ilusión de hacerlo por una ciudad ciclópea y laberíntica, con sus calles y plazas, altos edificios, puentes romanos, puertas góticas, monolitos, bosquecillos e incluso grandes barcos erguidos sobre sus quillas. A la entrada, y enterrado hasta los hombros, asoma una enorme cabeza de gigante, como permanente centinela… Esa cara del hombre es impactante, está a una distancia de la entrada, como es la primera piedra con forma vas con todo el entusiasmo buscándola, cuando la encuentras ya empiezas a imaginar lo que vas a conocer. Y es así. Un lugar mágico y muy, muy bello.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Escritora y Periodista
www.monicalopezbordon.com
En Twitter: MonicaLBordon
*Publicada en el número 2.257 del Semanario Puerta de Madrid. Alcalá de Henares. 10 de noviembre de 2012