Que la novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras (Ed. Temas de Hoy), siga siendo uno de los libros más vendidos en España no es una casualidad. María Dueñas presenta una trama muy seductora para los/las lectores/as y ya les engancha desde el primer capítulo. Hay historia, realidad y ficción. Es uno de esos libros que gustan que caigan en las manos, abrirlo para continuar hasta el final. Me encantó el personaje principal de la novela: la joven Sira Quiroga y después Arish Agoriuq, los dos personajes que representan los dos ambientes en los que se desarrolla la acción, primero Madrid y después Tánger. Sira Quiroga una modista que hace de su profesión lo nunca imaginado y para saberlo…hay que leerse el libro. Muy bien escrito en esa pasión de María Dueñas de documentarse, leer, investigar…podemos ver al final del libro que realmente ha hecho un trabajo titánico para confeccionar esta estupenda historia. La ha ido enhebrando como esos patrones que cose la protagonista, grandes trajes de tejidos únicos que han dado lugar a ese tiempo inventado entre agujas, hilos, clientas, fiestas, amor, desamor, decepciones, alegrías y confesiones… En esta nueva temporada podremos ver El tiempo entre costuras convertido en una serie de televisión, serán once capítulos que ya han comenzado a rodar en Tánger bajo la supervisión de María Dueñas. La bella actriz Adriana Ugarte será la encargada de darle vida a Sira Quirog, Hannah New será su gran amiga, la inglesa Rosalinda Fox y por primera vez podremos ver a una de las pequeñas de los “Flores”, Alba Flores, en la televisión en el papel de Jamila, la fiel y joven ayudante de Sira en Tánger. Por supuesto les recomiendo leer antes el libro y después disfrutar de la serie televisiva, las adaptaciones siempre son adaptaciones, aunque estoy segura de que si algo se producirá es el deseo de conocer Tánger, ese lugar que, hoy por hoy, sigue seduciendo de una manera única a María Dueñas.
Mónica LÓPEZ BORDÓN
Periodista y Escritora
www.monicalopezbordon.com
@MonicaLBordon
Publicado en el número 2.198 del Semanario Puerta de Madrid (20 de agosto de 2011)