Entre otras muchas cosas, lo mejor de la entrega del Premio Cervantes este año ha sido la plenitud de Ana María Matute. Todos los que hemos tenido la suerte de haber leído su obra con anterioridad y durante todos estos años nos hemos encontrado, por así decirlo, con un premio del que algo nos pertenece. Cuando llegué a la facultad de Ciencias de la Información Matute era uno de los buques insignias en la asignatura de Lengua y también en la de Redacción Periodística, aparecía en la asignatura de Historia de España cuando tocaba aprender la postguerra española, siempre enlazando la historia, la literatura, la lengua y la escritura.
Años más tarde, cuando estudié en la facultad de Filología Teoría de la Literatura, leí de nuevo gran parte de su obra desde un ámbito mucho más teórico literariamente hablando y el descubrimiento, si cabe, fue de una sorpresa total. El conocimiento de un nuevo mundo a través de un imaginario muy rico, creado desde los grandes clásicos de la literatura. Desde su novela “Olvidado rey Gudú” a “Paraíso inhabitado” han pasado muchos años, sin embargo, la pluma de Matute ha ido labrando un estilo, su propio estilo que nunca desmerece el trabajo anterior y siempre crece con cada libro nuevo que aparece nacido de sus manos. Una novelista que deberían leer nuestros jóvenes en su faceta de escritora juvenil y una novelista que deberíamos leer los adultos en sus diferentes propuestas, las hay para todos los gustos.
Ver a Ana María Matute en la Universidad de Alcalá en su mayor plenitud, tanto de su vida como de su obra, ha sido ver el éxito de una gran mujer de las letras, valiente y poderosa en su afán, primero de inventar y después de escribir para poder vivir o como dijo en algunas de las tantas entrevistas concedidas, para seguir viviendo. Que sea la tercera mujer en conseguir tan prestigioso galardón abre las puertas al reconocimiento de grandes mujeres, trabajadoras de la poesía y de las letras que dieron su vida para el bello oficio de escribir. Muchas felicidades para Ana Mª Matute por este gran premio.
Artículo publicado en el número 2.186 del semanario Puerta de Madrid. Alcalá de Henares