Lo mejor de la celebración de los diez años que lleva Alcalá de Henares siendo una ciudad Patrimonio Mundial de la UNESCO es la propuesta del recital de la soprano Ainhoa Arteta. Es una mujer que conjuga voz, mirada, cuerpo, imagen y movimiento en el escenario de una manera tan sincronizada, tan bien, que se hace con el público. Su voz lo llena todo.
Su debut fue en Estados Unidos en 1990, de ahí fue a Nueva York, Londres, Munich, Ámsterdam, Bonn, México, Italia, Líbano, Austria, España… Pasa con carreras de este tipo, primero el triunfo en otros continentes y al final el reconocimiento en España. Ella dice que la pasión le viene de su tierra (Tolosa, Guipúzcoa) porque allí se juntan tres personas y ya han montado un coro. Es vitalista y alegre. Su fuerza y su entusiasmo le dan un toque muy personal al repertorio que interpreta: Bizet, Britten, Chaikovski, Gound, Verdi, Strauss, LeonCavallo, Lehar, Massenet, Poulenc, Mozart o Puccini; interpretados todos ellos en diferentes teatros del mundo. Me atrevo a decir que va a estar excepcional.
Como recomendación pueden escuchar la versión que ha grabado de «Tears in heaven» de Eric Clapton para que vean la cantidad de posibilidades que permite la música. Ella está ejemplar y ustedes se llevarán una grata sorpresa. Está en su nuevo disco «La vida«, donde también se atreve con canciones de Elvis Presley, Los Beatles, Jaques Brel, boleros o canciones mexicanas.
El recital de Arteta es la mejor opción del festejo porque del título ambicioso»Los diez del diez» habrá que esperar para ver su calidad y cómo se desarrollan, porque así, a voz de pronto, lo que se percibe es un vacío en la propuesta. Actividades que no se corresponden mucho con el día, pero ya sabemos que la política es la política y la cultura es otra cosa. ¿Falta de ideas?