Si tuviésemos que nombrar a la autora de éxito de esta nueva edición de la Feria del Libro de Madrid, sin lugar a dudas les digo: Almudena Grandes.
Tiene algo especial como mujer, como autora, como novelista, quizás sea la mirada penetrante. Mira a los ojos y los suyos son grandes y penetrantes. Una melena negra azabache y una sonrisa dulce, tranquila, sosegada. Es la autora que más veces he visto y he oído por megafonía que firmaba, primero su última novela, Corazón helado, y después, como no, toda su obra. Uno de los días sus lectores esperaban dando casi media vuelta al pabellón de enfrente de su caseta de firmas. Me quedé un rato observando. La miraba a ella y a la mujer entusiasmada que esperaba sin prisas, al caballero de pelo blanco y de gafas que llevaba dos o tres libros para aprovechar la ocasión…tiene público de todas las edades y de todos los sexos, eso es porque su escritura es muy femenina y gusta a todos. Su libro Las edades de Lulú era lectura obligatoria hace diez años en la universidad, rompió moldes y paradigmas tanto en el campo de la escritura como en la apertura de la carrera de escritoras mujeres o mujeres escritoras. Hace tiempo que de ella leí Malena es un nombre de tango y ahora he vuelto a recuperar Atlas de geografía humana. Haciendo un recorrido por ambos me doy cuenta que Almudena Grandes es una escritora generacional, escribe del tiempo, de la sociedad Española, del amor, de la amistad…
«La piel de las ciudades envejece, también, como la de sus hijos, pero el tiempo posa sobre sus poros de piedra, de cristal, de cemento, una pátina brillante y bella, dorada, tensa, tan inexorable su poder como el que ahonda los surcos que el mismo tiempo abre sin piedad en las esquinas de nuestros labios, de nuestros ojos»; dice uno de los personajes que relata Atlas de geografía humana, donde cuatro voces femeninas muestran una generación que se niega a renunciar a la vida, a los sueños, al amor…
Felicidades Almudena Grandes por tu mirada, por tu escritura, por tu cercanía, que es el éxito de tu humildad.