Todos los que somos amantes de los libros tenemos una curiosidad especial por todo lo que se esconde detrás de un título, sobre todo, si es sugerente. Paso muchas horas con novelas entre las manos y hacen trabajar la imaginación de una manera sorprendente, es materia de trabajo válida para escribir. Igual que tenemos una película predilecta, una ciudad, un color, alguna prenda de ropa…tenemos también algún libro que ha marcado o bien el inicio como lectores, la continuidad, la curiosidad, el compromiso…
Por oficio tengo dos libros que, al menos he leído y releído varias veces: la Odisea y Cien años de soledad y les tengo un apego especial. Ulises es para mí un personaje de la literatura universal extraordinario y García Márquez un maestro en muchos aspectos de la creatividad y del periodismo. Trabaja lo poético-novelesco de una manera única. Macondo ya ha traspasado los anales de la historia.
Cuando estudiaba periodismo el profesor Pedro Sorela fue el culpable de inculcarme el amor a la literatura, a la buena literatura. Fue el primero que me hizo leer, de verdad, teatro, poesía, narrativa, ensayo y…¡¡¡los periódicos!!! Él nos acostumbró a los hábitos periodísticos que deberíamos adquirir como forma de vida si tomábamos la decisión de dedicarnos al oficio. Hoy le tengo que agradecer muchas de sus enseñanzas.
Les cuento todo esto cuando tengo entre mis manos su última novela, YA VERÁS (Ed. Alfaguara). Veo el libro en la estantería de la librería y no lo dudo, compro y comienzo la lectura. Estructurado en tres partes me atrapa con el nombre de la ciudad que aparece en las primeras páginas: Tres de marzo. El comentario final lo haré en próximas entregas pero ahora, por menos no puedo evitar escribir alguna frase sobre ella: es una novela ágil y original. Les seguiré contando. Sé que Pedro está ahora en Colombia presentando el libro. Seguro que trae a la vuelta buenas noticias, ya verán.