Este fin de semana fui al Museo Thyssen. Hacía una mañana de sol abrasador, ese calor del mes de julio que se mete por los huesos y casi prohíbe andar por las calles de la ciudad. Como este año voy a retrasar mi viaje de vacaciones por el rodaje de la película ¿Infidelidad? (durante todo el mes de agosto Antonia San Juan, Miguel Menassa, Olga de Lucía, Cruz González, Alejandra Menassa, Adrián Castaño, Luis Miguel Seguí, Eva Méndez y otros tantos extras llevarán a la gran pantalla uno de los guiones originales de Miguel Oscar Menassa. Grupo Cero y CINENORMAL Producciones Cinematográficas lo harán realidad, así que empezaremos temporada…¡¡¡ con cine ¡!!)
Pero entre preparativo y preparativo, mobiliario, vestuario, detalles para ambientar la película, etc. aprovecho un poco de tiempo libre, esta vez, para seguir caminando Madrid.
Me encontré con un museo muy rejuvenecido, vitalista, dinámico y, por supuesto, lleno de arte. La colección privada de Carmen Thyssen es una verdadera joya y disfrutar de cuadros como el Mata-Mua de Gauguin o La Apoteosis de Hércules, pintado por Tiépolo en 1765 es una maravilla.
Esta vez hice una visita completa: la exposición permanente, la colección privada de Carmen Thyssen y la visita a las dos muestras temporales: De Cranach a Monet y Tintoretto.
Fue una buena decisión para ubicarme en el nuevo lugar, la ampliación del museo bien lo merece.
Me gustaría resaltar alguna sala en especial pero ¡es un recorrido tan completo el que se muestra de la pintura de todos los tiempos que no podría renunciar a la visión tan cosmopolita, plural, histórica y universal que ofrece. Es mejor que vayan y disfruten, es una opción para disfrutar de la obra de autores como Manet, Monet, Van Gogh, Degas, Sysley y ese largo etcétera que a más de uno seducirá para repetir en próximas ocasiones. Aunque aprovechen, porque ver los cinco cuadros juntos de Tintoretto dedicados al Paraíso y de esas dimensiones en un enclave como este no sé si se volverá a repetir. FELICES VACACIONES.